Sunday, May 31, 2009

Aprueba el Gobierno provisional de Cuba, el Tribunal de Cuentas.

La Habana, Agosto 13 del Siglo XXI La nueva Junta de Gobierno de Cuba, reunida en Sección Plenaria este jueves en los bajos del monumento a nuestro Apóstol José Martí­, nombró oficialmente al Tribunal de Cuentas, que tendrá entre sus múltiples tarea recuperar los fondos depositados en bancos extranjeros por funcionarios cubanos del pasado régimen castrista.

El Tribunal de Cuentas será presidido por un destacado jurista cubano, que cumplió varios años de prisión durante el pasado régimen comunista. Sin embargo el Magistrado señaló al respecto: “Actuaremos apegado a la ley, sin odio ni revanchismo. No podemos actuar como ellos, entonces nuestra causa no habría tenido razón de ser, pero si seremos enérgicos en rescatar todo aquello que le corresponde a nuestro pueblo”.

Uno de los miembros del Tribunal de Cuentas señaló: “recuperar el dinero robado a la Nación es una tarea bastante difícil, hay muchos intereses de por medio, incluyendo influyentes gobiernos,- aunque bien vale la pena el esfuerzo para recuperarlo-, ya que solamente en dinero en efectivo, son millones de dólares.

La mayoría de la población considera, que ese dinero robado, corresponde a los largos años de penurias que sufrieron ellos como ciudadanos o sus antepasados, por tanto ese dinero tiene que ser devuelto a la Nación.

El Tribunal de Cuentas también recurrirá ante el Tribunal Supremo de Justicia, para que interponga una apelación ante la Corte Suprema de los Estados Unidos, para modificar o anular las decisiones tomadas por Tribunales norteamericanos, quienes otorgaron sumas millonarias en compensación por daños causados por el régimen castrista a presuntas víctimas del comunismo.
Se argumenta que la decisión de los jueces en muchos casos benefició a personas que no pueden justificar tales daños, frente a otras que perdieron la vida, sufrieron cárceles y torturas o vivieron en las más horrendas penurias. De igual forma se considera que en muchos casos la cantidad otorgada es extremadamente exagerada y subrealista.

En su misiva, el Tribunal de Cuentas hizo énfasis en que los fondos utilizados para la compensación corresponden a la Nación cubana, por tanto es competencia de sus nacionales y sus leyes decidir como utilizar los recursos del país y que en ningún momento se ocuparon fondos activos del gobierno cubano o se le incautaron cuentas en el exterior, sino que se utilizaron fondos congelados que provenían de activos anteriores al gobierno de Fidel Castro.

La reclamación acota, que ningún Tribunal extranjero tiene jurisdicción sobre los fondos financieros de la Nación, por lo que odas las víctimas del régimen castrista tendrán que ser evaluadas y compensadas por los tribunales nacionales, en igualdad de condiciones, sin ventaja para unos en detrimentos de otros. Todos bajo las normas legislativas que se implementen al respecto, propias de un verdadero Estado de derecho como el que venimos forjando en Cuba.

Monday, May 25, 2009

Discurso al pueblo en general

Al pueblo de Cuba, cubanos todos.

Es hora de que escuchen los presentes y se enteren los ausentes. Tenemos que tomar la decisión y el control de nuestras vidas. Tenemos que salvar nuestra nación. No por nosotros solamente, sino por el futuro de nuestras familias. ¿Quién quiere para sus hijos, sus nietos y todos sus descendientes, la vida que a nosotros nos obligaron a vivir?

Díganme, ¿Quién no quisiera dejarle a su familia un patrimonio construido con su propio trabajo, quién de ustedes me puede decir, que propiedad dejan para sus hijos, mientras los hijos de los dirigentes de la llamada Revolución viven en lujosas mansiones y tienen grandes propiedades en el extranjero? Si todos hemos trabajado por igual, ¿cómo es posible, que de aquellos humildes rebeldes que bajaron de la Sierra Maestra, haya devenido una clase burguesa, que nada tiene que envidiarle a la burguesía que ellos mismos suplantaron? Esa cúpula gobernante, que no vive con tarjeta de abastecimiento, esa dichosa tarjeta de racionamiento que este sufrido pueblo arrastra ya casi por 50 años. La gran mayoría de nuestra población ha sido relegada a la miseria, mientras ellos viven en la opulencia y el confort.

¿Quién de ustedes no se avergüenza, cuando ve algún miembro de su familia prostituirse para alcanzar un mejor modo de vida? Una vida, que moralmente con su capacidad y talento no puede alcanzar en su país. ¡Qué vergüenza, que como país tengamos una de las tasas de población penal más alta de América Latina! ¿Quién de ustedes no tiene o ha tenido un familiar preso? ¿Es porque somos un país de delincuentes? No, porque en este país todo es un delito. ¿Quién responde por las difíciles condiciones económicas y sociales a que hemos sido sometidos por tantos años? Esa casta, que en su empeño por mantener el poder, como Saturno, devora a sus propios hijos. Todo en nombre de un sinnúmero de banderas de justicia social, que no son más que nuestros propios derechos.

Yo me pregunto, ¿quién de ustedes no quisiera tener un trabajo digno y con él pagar la comida que deseen, el transporte que necesiten, la ropa necesaria y no depender de un gobierno que nos vende la miseria que le sobra?

Tenemos un gobierno que vive pregonando un sistema de salud y de educación, como si fuéramos un pueblo enfermo e ignorante. No señores, no solo de pan vive el hombre. Necesitamos una alimentación segura, que garantice la salud de nuestro pueblo, cuánto no sufren nuestras mujeres, cuando no tienen que darle de comer a nuestros hijos. ¿Dónde está ese desayuno escolar, que tanto se nos prometió? Pobre de nuestros ancianos, que llegan a la vejez, apresurados para recibir una dieta de alimentación suplementaria, o aquellos que viven soñando enfermarse para recibir una dieta médica. Eso no es un logro de la Revolución, como muchos dicen. No, eso es una humillación.

Compatriotas, es un rosario de problemas al que tenemos que referirnos, y tenemos que hacerlo para saber dónde estamos, pero no podemos quedarnos con los problemas en las manos, tenemos que salir a buscarle solución. Tenemos que recurrir a aquellos, que como José Martí, contribuyeron a formar nuestro pensamiento nacional y Martí dijo: "Si el remedio en su preparación ha de tomar más tiempo del que la enfermedad necesita para la muerte, ¿a qué el remedio?"

No hermanos, ya llevamos más de medio siglo en este experimento social. No podemos seguir viendo como nuestros hijos y familiares mueren en el estrecho de la Florida y otros mares adyacentes o destrozados por una mina en los campos minados por este gobierno en los límites de la Base Naval de Guantánamo. No, no podemos permitir que nuestros familiares sean extorsionados por traficantes inescrupulosos en complicidad con funcionarios corruptos. No podemos seguir siendo ciudadanos de tercera, donde los extranjeros tienen más valor y derechos que nosotros, en nuestro propio país. Eso tiene que acabarse ya.

Como debe acabarse ese estado de vigilancia y desconfianza al que nos han sometido por décadas. No más Comité de Defensa de la Revolución, comités de vigilancia, para vigilarnos entre nosotros mismos, mientras la cúpula gobernante se roba y regala las riquezas de nuestro país, en nombre del tan cacareado internacionalismo, que ha dejado tantos de nuestros compatriotas muertos, muertos en guerras que no nos correspondían, como la de Angola, Etiopia, etc. y que sus víctimas, esos guerreros innecesarios están ahí, muchos mutilados, abandonados a su propia suerte, qué ignominia para nuestra nación.

Qué paradoja de la vida, nos desgastamos haciendo carreteras en Iraq, para que hoy les sirvieran de vía de comunicación a las tropas norteamericanas, mientras en Cuba todavía no se han terminado algunas de las carreteras que se empezaron al comienzo de la Revolución. Vayan al II Frente y verán el mismo terraplén que se hizo hace más de 40 años.

Y así ocurre en todo el país. Y qué decir del agua, las viviendas, el transporte, la agricultura, o sea, todo es un desastre. Mientras la humanidad avanza, nosotros estamos cada día peor. Y ya no es por falta de tiempo, llevamos más de 50 años en este experimento, o sea el mismo tiempo que se tomó la República para hacer toda la infraestructura que persiste hasta nuestros días. En comparación, este gobierno ha sido un total fracaso, en relación con lo que hicieron los gobernantes anteriores entre 1902 y 1959, a los que tanto han criticado.

Y no solo eso, los maestros, los médicos, la medicina se utilizan para la penetración ideológica en otros países, mientras nuestro pueblo carece de lo más elemental. Vayan, vayan a cualquier hospital y verán lo que les digo. O traten de llevar un familiar a un centro de salud, solo para extranjeros, para que vean que no los atienden aunque se esté muriendo y comparen los servicios y los recursos, para que vean como nos discriminan, es como si los dirigentes de esta llamada Revolución odiaran a su propio pueblo.

Tal vez, con tantos problemas y por esa inercia que nos da la vida, muchos no se percatan de nuestra realidad, pero este país es de todos y como bien dijera Martí, también es dolor de todos. No podemos recibir como herencia política un país desbastado, aunque ya lo tenemos, pero hay que salir a rescatar ese futuro. Muchos de ustedes han tenido la oportunidad de viajar y han podido constatar cómo los países, incluso del área, avanzan y se desarrollan como es el caso de República Dominicana. Además han podido conocer la libertad con que viven, y a pesar de las limitaciones económicas que puedan sufrir, tienen la oportunidad de expresarse libremente, cuestionar sus gobiernos y elegir y cambiar sus líderes. ¿Quién de ustedes, respóndanse ustedes mismos con honestidad, ha podio elegir una propuesta política, económica y social, acorde a su preferencia durante toda su vida?

Pero no quiero desvirtuarme con una arenga política, porque de “teque” ya estamos cansados, hacen falta propuestas concretas, tenemos que llevar nuestras aspiraciones a proyectos de vida reales, que iremos tomando de nuestras propias frustraciones y recogidas a propuestas de esa incipiente sociedad civil, que día a día vamos construyendo.

Hoy comienza un ciclo de vida política nuevo. Tenemos que llevar nuestro discurso, a todos los sectores de la sociedad cubana, emplazar al gobierno en sus propias debilidades, la insatisfacción social, reclamando todo lo que nos pertenece como ciudadanos. Tenemos que fijar un lema de lucha, ante esa diabólica consigna de Patria o Muerte. No, esa no puede ser la aspiración suprema de nuestro pueblo. No, tenemos que tener patria y también vida, pero una vida digna y para eso todos tenemos que luchar por ella, por eso en vez de repetir el grito mambí, de Viva Cuba Libre, diremos: Por el bien de todos y para todos, haremos una Cuba libre.

Tuesday, April 14, 2009

Reacciona Raúl Castro ante movida política estadounidense.

El precursor

Periodismo de ficción y futurismo de la realidad cubana.
precursorcubano@gmail.com


“El Señor Obama al anunciar que se reuniría con ciertos presidentes, a partir de una decisión unilateral, con ello demostró su ingenuidad política. Al menos, para reunirse conmigo si tiene que haber una condición previa, - que yo lo autorice- y además, para restituir nuestras demandas históricas, solo así puede suceder, porque el Señor Obama no tiene nada que ofrecerme en un proceso de negociación, que yo no tenga. Nuestro sistema asegura un control político y social absoluto sobre la población, que garantiza la permanencia en el poder, de forma confiable y tranquila en lo que me resta de vida. Un nivel de vida y satisfacción personal que incluye la riqueza material de toda la nación y el poder absoluto sobre la voluntad incondicional de todos nuestros connacionales. Eso, eso no es negociable.


Un tema obligado por las actuales circunstancias fue la defenestración de algunos dirigentes de la Revolución, Raúl abordó el tema diciendo: “Algunos han tomado la sustitución de algunos cuadros como un proceso de decadencia de la Revolución, todo lo contrario. La Revolución cada cierto tiempo tiene que purgarse para mantener su lozanía, principalmente a aquellos que aprenden a manejar las riendas del poder y les queda fondo de tiempo para hacerlo.


Ante esa inminente realidad, el propio Raúl Castro tuvo que enfrentarla así: “Su muerte es algo que puede suceder, pero buscaremos ganar el mayor tiempo posible y será anunciada si se hace necesario. La Revolución pudiera tener algunos conflictos de liderazgo si desapareceríamos físicamente los dos, aunque yo estoy como toro, no me duelen ni los cayos, así que sigan esperando, que cuando esto suceda nuestros enemigos generacionales ya se habrán ido primero que nosotros, entonces para esa fecha diremos, como siempre aseveraba Fidel, después de mí, el diluvio”.

LA HABANA, Cuba 14 de abril del 2009 – El General Raúl Castro, devenido en el actual presidente de Cuba, reaccionó ante una serie de medidas anunciadas por la nueva Administración norteamericana. El Gobernante cubano, en una larga dicotomía sobre el tema, dejó bien claro: “ninguna política exterior de países amigos ni enemigos cambiará la dinámica del proceso cubano.

Nuestro gobierno tiene amplia experiencia de cómo manejar el poder. Si se supieron sortear los mayores riesgos cuando la crisis política e ideológica dimanada del fracaso del socialismo en la Unión soviética y el Campo socialista, cómo precisamente ahora, cuando lo que está en crisis es el capitalismo, con repercusión y responsabilidad directa de los Estados Unidos, el principal enemigo político de Cuba, vamos a estar interesados en unas negociaciones que en estos momentos, realmente no necesitamos”.

En su intervención ante un grupo de empresarios norteamericanos que viajaron a Cuba para adelantar posiciones ante una posible apertura económica, Raúl Castro señaló: “Se ha interpretado o se ha querido interpretar mal mis comentarios de ocasiones anteriores. Cuando se dijo que estábamos dispuestos a sentarnos a conversar con los Estados Unidos, lo dijimos a partir de nuestros intereses. Si lo hiciéramos, sería para lograr concesiones políticas a nuestro favor, como la abolición del bloqueo o la liberación de los 5 héroes de la Patria, recluidos injustamente en los Estados Unidos. Eso sería un trofeo político que quisiéramos poderle entregar en vida a nuestro compañero Fidel, como el mayor premio moral, en su triunfal carrera política”.

Sin embargo, el presidente Raúl Castro, aunque señala el deseo de darle ese premio en vida al ex gobernante cubano Fidel Castro, reconoce la importancia estratégica del embargo y dice: 

“Nuestro gobierno no tiene interés por necesidad real alguna de la suspensión del bloqueo. El bloqueo es nuestra justificación política ante el mundo, con ello demostramos la crueldad de una política genocida de los Estados Unidos contra nuestro pueblo, que impide el éxito de nuestro proyecto político y social, justifica su fracaso y alimenta el antiamericanismo en América latina y el mundo. Incluso, lo utilizamos para dividir a nuestros enemigos, que se desgastan y pierden el tiempo alrededor de un asunto, que ellos mismos no pueden resolver”.

En su campaña para la presidencia, Barack Obama anunció que se reuniría con aquellos presidentes antagónicos de los Estados Unidos sin condiciones, algo criticado por algunos y dado por hecho por otros, pero quien si no lo dejó pasar por alto fue el propio Raúl Castro.

La revolución nunca ha tenido espíritu de diálogo, al señor Batista jamás le pedimos dialogar. Incluso, cuando ya lo teníamos prácticamente derrotado, no aceptamos diálogo, le arrebatamos el poder. Nuestro poder no está en peligro, por tanto no tenemos necesidad de negociar un poder que llevamos 50 años con él. O es que no se han dado cuenta, que no hemos permitido estructurarse una oposición interna ni externa, capaz de enfrenarnos con las masas, ni comprometernos con la comunidad internacional. Nos sobran los mecanismos de inteligencia, de compulsión y manipulación para imponer a nuestros adversarios un comportamiento acorde a nuestros intereses y para los incorregibles, la mejor arma jurídica que existe, la pena de muerte.

La flexibilización de los viajes familiares desde los Estados Unidos a Cuba, eso no nos preocupa, el Gobierno cubano tomó sus medidas hace tiempo. Nuestros mecanismos de control psicológico sobre las masas impiden que cualquier turista comunitario tenga un comportamiento diferente a nuestros intereses. Incluso, de aquellos que abandonaron el país por delitos contra la seguridad del Estado. Además tuvimos la capacidad de traspasar las restricciones y las prohibiciones de viajar a Cuba al propio Gobierno norteamericano y con ello sus efectos negativos, algo que influyó decisivamente en la candidatura republicana”.

Los viajes de los ciudadanos norteamericanos a Cuba, algo que sus promotores para lograr su aprobación en la Cámara de Representantes y el Senado de los Estados Unidos lo presentan como entrada masiva de personas al país, que relajaría los controles y provocaría la indisciplina social en la población. Sin embargo, ante esa posibilidad Raúl se manifestó así: “Lo que no saben estos individuos acostumbrados a los cantos de sirena, que la entrada de turistas extranjeros en Cuba está controlada por tour operadores. Ese llamado contacto de pueblo a pueblo lo determinamos y elegimos nosotros. No se piensen que los norteamericanos nos van a imponer sus prácticas prepotentes de entrar sin visado a nuestro país. Aquí solo vendrán los que nosotros autoricemos y bajo las reglas que nosotros determinemos. Los que no saben cómo son las reglas del juego, que les pregunten a los canadienses o a los europeos, para que no se llamen a engaño.

La suspensión del bloqueo que nosotros necesitamos es la liberación de los créditos, la compra directa a las empresas norteamericanas y la venta de nuestros productos en el mercado norteamericano. No importa que la deuda de la nación siga creciendo, Fidel siempre dejó bien claro, de que la deuda externa es impagable y nosotros seremos consecuentes con eso”.

Aprovecho la ocasión para aclarar algunas cosas, muchos se preguntan por las reformas anunciadas y algunos que otros planteamientos sobre un posible acercamiento a los Estados Unidos. Debo decirle, que una de las estrategias más sabias que nos enseñara el compañero Fidel es la de ganar tiempo, no precipitarnos en tomar decisiones, esperar el mejor momento. Así hemos salido de las principales adversidades, nadie esperaba que saliéramos de la crisis por el derrumbe de la Unión Soviética. Fidel lo señaló correctamente, no podemos hacer las mínimas concepciones, y acotó: resistir vale tanto como acometer.

Y tenía razón, una vez más. Esperamos y llegó al poder Hugo Chávez, un hombre con unas ambiciones de grandeza excepcionales, pero sobre todo con un potencial económico increíble. Eso nos vino como anillo al dedo, todo lo demás es historia, ya ustedes la conocen. Hemos logrado una hegemonía política en el continente por la vía democrática, superior a la que logramos con las guerrillas, a un costo mucho menor y mejor aceptación por la comunidad internacional. Es algo legítimo y acorde a nuestros tiempos, el socialismo del Siglo XXI, una fórmula para llegar al poder y reformarlo desde dentro, para obtener la presidencia vitalicia, algo que ha gustado sobre manera a las nuevas promociones de mandatarios latinoamericanos”.

Raúl Castro en su larga intervención también se refirió a la enfermedad o salud de su hermano Fidel y dijo: “Al compañero Fidel lo quisieron asesinar muchas veces, pensaban que sacándolo del poder, se acabaría la Revolución. Hoy podemos asegurar que eso no es así, Fidel lleva fuera del poder varios años y la Revolución sigue en pie. No existen antecedentes históricos de un caso similar, que una persona se mantenga al frente de una nación con poder absoluto sin hacer presencia física. Nos basta, con sacarle un video, publicar unas fotos o unas reflexiones, que por razones de secreto de Estado nadie sabe cómo se producen, pero nos satisface que el mundo entero se las atribuye a él. Así tenemos a todo el mundo entretenido, esperando por su muerte”.

Las palabras de Raúl Castro han caído como un cubo de agua fría sobre un pueblo que espera siempre algún indicio de apertura, de una comunidad exiliada, que ve día a día extinguirse junto con sus vidas, la esperanza de volver y de una administración norteamericana que se ve frente a un fracaso anunciado, sinónimo de todas las administraciones anteriores.