Tuesday, April 14, 2009

Reacciona Raúl Castro ante movida política estadounidense.

El precursor

Periodismo de ficción y futurismo de la realidad cubana.
precursorcubano@gmail.com


“El Señor Obama al anunciar que se reuniría con ciertos presidentes, a partir de una decisión unilateral, con ello demostró su ingenuidad política. Al menos, para reunirse conmigo si tiene que haber una condición previa, - que yo lo autorice- y además, para restituir nuestras demandas históricas, solo así puede suceder, porque el Señor Obama no tiene nada que ofrecerme en un proceso de negociación, que yo no tenga. Nuestro sistema asegura un control político y social absoluto sobre la población, que garantiza la permanencia en el poder, de forma confiable y tranquila en lo que me resta de vida. Un nivel de vida y satisfacción personal que incluye la riqueza material de toda la nación y el poder absoluto sobre la voluntad incondicional de todos nuestros connacionales. Eso, eso no es negociable.


Un tema obligado por las actuales circunstancias fue la defenestración de algunos dirigentes de la Revolución, Raúl abordó el tema diciendo: “Algunos han tomado la sustitución de algunos cuadros como un proceso de decadencia de la Revolución, todo lo contrario. La Revolución cada cierto tiempo tiene que purgarse para mantener su lozanía, principalmente a aquellos que aprenden a manejar las riendas del poder y les queda fondo de tiempo para hacerlo.


Ante esa inminente realidad, el propio Raúl Castro tuvo que enfrentarla así: “Su muerte es algo que puede suceder, pero buscaremos ganar el mayor tiempo posible y será anunciada si se hace necesario. La Revolución pudiera tener algunos conflictos de liderazgo si desapareceríamos físicamente los dos, aunque yo estoy como toro, no me duelen ni los cayos, así que sigan esperando, que cuando esto suceda nuestros enemigos generacionales ya se habrán ido primero que nosotros, entonces para esa fecha diremos, como siempre aseveraba Fidel, después de mí, el diluvio”.

LA HABANA, Cuba 14 de abril del 2009 – El General Raúl Castro, devenido en el actual presidente de Cuba, reaccionó ante una serie de medidas anunciadas por la nueva Administración norteamericana. El Gobernante cubano, en una larga dicotomía sobre el tema, dejó bien claro: “ninguna política exterior de países amigos ni enemigos cambiará la dinámica del proceso cubano.

Nuestro gobierno tiene amplia experiencia de cómo manejar el poder. Si se supieron sortear los mayores riesgos cuando la crisis política e ideológica dimanada del fracaso del socialismo en la Unión soviética y el Campo socialista, cómo precisamente ahora, cuando lo que está en crisis es el capitalismo, con repercusión y responsabilidad directa de los Estados Unidos, el principal enemigo político de Cuba, vamos a estar interesados en unas negociaciones que en estos momentos, realmente no necesitamos”.

En su intervención ante un grupo de empresarios norteamericanos que viajaron a Cuba para adelantar posiciones ante una posible apertura económica, Raúl Castro señaló: “Se ha interpretado o se ha querido interpretar mal mis comentarios de ocasiones anteriores. Cuando se dijo que estábamos dispuestos a sentarnos a conversar con los Estados Unidos, lo dijimos a partir de nuestros intereses. Si lo hiciéramos, sería para lograr concesiones políticas a nuestro favor, como la abolición del bloqueo o la liberación de los 5 héroes de la Patria, recluidos injustamente en los Estados Unidos. Eso sería un trofeo político que quisiéramos poderle entregar en vida a nuestro compañero Fidel, como el mayor premio moral, en su triunfal carrera política”.

Sin embargo, el presidente Raúl Castro, aunque señala el deseo de darle ese premio en vida al ex gobernante cubano Fidel Castro, reconoce la importancia estratégica del embargo y dice: 

“Nuestro gobierno no tiene interés por necesidad real alguna de la suspensión del bloqueo. El bloqueo es nuestra justificación política ante el mundo, con ello demostramos la crueldad de una política genocida de los Estados Unidos contra nuestro pueblo, que impide el éxito de nuestro proyecto político y social, justifica su fracaso y alimenta el antiamericanismo en América latina y el mundo. Incluso, lo utilizamos para dividir a nuestros enemigos, que se desgastan y pierden el tiempo alrededor de un asunto, que ellos mismos no pueden resolver”.

En su campaña para la presidencia, Barack Obama anunció que se reuniría con aquellos presidentes antagónicos de los Estados Unidos sin condiciones, algo criticado por algunos y dado por hecho por otros, pero quien si no lo dejó pasar por alto fue el propio Raúl Castro.

La revolución nunca ha tenido espíritu de diálogo, al señor Batista jamás le pedimos dialogar. Incluso, cuando ya lo teníamos prácticamente derrotado, no aceptamos diálogo, le arrebatamos el poder. Nuestro poder no está en peligro, por tanto no tenemos necesidad de negociar un poder que llevamos 50 años con él. O es que no se han dado cuenta, que no hemos permitido estructurarse una oposición interna ni externa, capaz de enfrenarnos con las masas, ni comprometernos con la comunidad internacional. Nos sobran los mecanismos de inteligencia, de compulsión y manipulación para imponer a nuestros adversarios un comportamiento acorde a nuestros intereses y para los incorregibles, la mejor arma jurídica que existe, la pena de muerte.

La flexibilización de los viajes familiares desde los Estados Unidos a Cuba, eso no nos preocupa, el Gobierno cubano tomó sus medidas hace tiempo. Nuestros mecanismos de control psicológico sobre las masas impiden que cualquier turista comunitario tenga un comportamiento diferente a nuestros intereses. Incluso, de aquellos que abandonaron el país por delitos contra la seguridad del Estado. Además tuvimos la capacidad de traspasar las restricciones y las prohibiciones de viajar a Cuba al propio Gobierno norteamericano y con ello sus efectos negativos, algo que influyó decisivamente en la candidatura republicana”.

Los viajes de los ciudadanos norteamericanos a Cuba, algo que sus promotores para lograr su aprobación en la Cámara de Representantes y el Senado de los Estados Unidos lo presentan como entrada masiva de personas al país, que relajaría los controles y provocaría la indisciplina social en la población. Sin embargo, ante esa posibilidad Raúl se manifestó así: “Lo que no saben estos individuos acostumbrados a los cantos de sirena, que la entrada de turistas extranjeros en Cuba está controlada por tour operadores. Ese llamado contacto de pueblo a pueblo lo determinamos y elegimos nosotros. No se piensen que los norteamericanos nos van a imponer sus prácticas prepotentes de entrar sin visado a nuestro país. Aquí solo vendrán los que nosotros autoricemos y bajo las reglas que nosotros determinemos. Los que no saben cómo son las reglas del juego, que les pregunten a los canadienses o a los europeos, para que no se llamen a engaño.

La suspensión del bloqueo que nosotros necesitamos es la liberación de los créditos, la compra directa a las empresas norteamericanas y la venta de nuestros productos en el mercado norteamericano. No importa que la deuda de la nación siga creciendo, Fidel siempre dejó bien claro, de que la deuda externa es impagable y nosotros seremos consecuentes con eso”.

Aprovecho la ocasión para aclarar algunas cosas, muchos se preguntan por las reformas anunciadas y algunos que otros planteamientos sobre un posible acercamiento a los Estados Unidos. Debo decirle, que una de las estrategias más sabias que nos enseñara el compañero Fidel es la de ganar tiempo, no precipitarnos en tomar decisiones, esperar el mejor momento. Así hemos salido de las principales adversidades, nadie esperaba que saliéramos de la crisis por el derrumbe de la Unión Soviética. Fidel lo señaló correctamente, no podemos hacer las mínimas concepciones, y acotó: resistir vale tanto como acometer.

Y tenía razón, una vez más. Esperamos y llegó al poder Hugo Chávez, un hombre con unas ambiciones de grandeza excepcionales, pero sobre todo con un potencial económico increíble. Eso nos vino como anillo al dedo, todo lo demás es historia, ya ustedes la conocen. Hemos logrado una hegemonía política en el continente por la vía democrática, superior a la que logramos con las guerrillas, a un costo mucho menor y mejor aceptación por la comunidad internacional. Es algo legítimo y acorde a nuestros tiempos, el socialismo del Siglo XXI, una fórmula para llegar al poder y reformarlo desde dentro, para obtener la presidencia vitalicia, algo que ha gustado sobre manera a las nuevas promociones de mandatarios latinoamericanos”.

Raúl Castro en su larga intervención también se refirió a la enfermedad o salud de su hermano Fidel y dijo: “Al compañero Fidel lo quisieron asesinar muchas veces, pensaban que sacándolo del poder, se acabaría la Revolución. Hoy podemos asegurar que eso no es así, Fidel lleva fuera del poder varios años y la Revolución sigue en pie. No existen antecedentes históricos de un caso similar, que una persona se mantenga al frente de una nación con poder absoluto sin hacer presencia física. Nos basta, con sacarle un video, publicar unas fotos o unas reflexiones, que por razones de secreto de Estado nadie sabe cómo se producen, pero nos satisface que el mundo entero se las atribuye a él. Así tenemos a todo el mundo entretenido, esperando por su muerte”.

Las palabras de Raúl Castro han caído como un cubo de agua fría sobre un pueblo que espera siempre algún indicio de apertura, de una comunidad exiliada, que ve día a día extinguirse junto con sus vidas, la esperanza de volver y de una administración norteamericana que se ve frente a un fracaso anunciado, sinónimo de todas las administraciones anteriores.

No comments:

Post a Comment